lunes, 20 de diciembre de 2010

Las cenas de empresa

Sé que hace tiempo que tengo abandonado el blog, pero se me ha ocurrido una buena razón para volver a escribir en él, hacer un comentario sobre las famosas cenas de empresa de Navidad.
Se acerca la Navidad y los empresarios tratan de contentar a sus empleados, quemados durante todo el año con duras jornadas de trabajo y sin subidas de sueldo, y por tanto les invitan a la tradicional cena de empresa.
Este evento divide a los trabajadores en dos grupos claramente diferenciados: los que lo esperan con ilusión a lo largo del año y los que lo temen y esperan que pase pronto para librarse otros 364 días.
Es gracioso ver el panorama. Unos tienen como objetivo emborracharse, saben lo que van a hacer desde el principio pero lo que no saben es qué consecuencias tendrá (hay ciertas conversaciones que sería mejor tenerlas sobrio). Por otro lado, hay quien intenta "pillar" en esas cenas, algo que puede ser un poco embarazoso días después puesto que la gente que está ahí trabaja contigo el resto del año, este grupo suele pertenecer también a los que saben que van a emborracharse. También están los que intentan "hacer la pelota" al jefe ese dia, y seguramente tampoco será el mejor momento. Estaría curioso ver lo que pasa desde una ventana, en la cual puedas ver todo y sin que nadie sepa que estás ahí, pero igual es mejor no saberlo y seguir apreciando a tus compañeros.
Estas cenas tienen sentido en ciertos tipos de trabajo, es una manera de juntarse con los compañeros en un ambiente más relajado, disfrutar de la compañía de los demás y pasarlo bien a la vez que la gente "hace equipo", un buen ambiente de trabajo es fundamental para rendir más.
También están las empresas llamadas consultoras, es decir, las que se dedican a contratar gente a la que no llegan a conocer, la subcontratan a otra empresa y ganan dinero cada mes por tenerlos allí. Estas empresas también organizan sus cenas de Navidad y pueden resultar muy curiosas. Pueden llegar a juntar a cientos de personas de las cuales los organizadores conocerán a un 10% (con suerte) y esta gente a su vez se conoce en grupos de 3 ó 4 pesonas que están en el mismo cliente. También hay gente que está sola en un cliente y nunca llega a conocer a nadie. Por tanto, el resultado es un sinsentido, gente a la que ves una vez al año, de la cual al año que viene no te vas a acordar, pero cenas con ellos, te tomas una copas y al final de la noche hasta haces propósito de quedar a tomar unas cañas, algo que en ese momento puede que te creas, pero en el fondo sabes que nunca va a suceder.
Por último hay empresas que son más "originales" y hacen fiestas temáticas, generalmente se trata de una cena normal en la cual la gente se disfraza de algo y luego realizan algún evento relacionado. Esto está muy bien en los colegios, pero ver a tíos de 40 años (de más aun no los he visto pero seguro que los hay) vestidos de piratas y al dia siguiente considerarlos gente seria es un poco complicado. Algunas empresas simplemente añaden en la invitación que hay que ir vestido de gala, eso no lo veo mal, es un toque de distinción y van elegantes, sobretodo los hombres, porque lo que son las mujeres seguro que preferían hacer la fiesta en agosto por el frío que están pasando con los dichosos vestidos de gala que les hacen ponerse en diciembre.
Y hasta aquí las cenas de empresa, las de amigos ya son otra historia...

1 comentarios:

Yago dijo...

Yo soy de los que tienen que ir de gala, pero no me importa, me gusta verme elegante.
Además, me gustan las cenas de empresa, veo a compañeros con los que hacia tiempo que no coincidía. Lo unico malo son esos discursillos de "que buenos somos", "todo nos va genial", etc... luego eso no se nota en el sueldo...